
PRINCIPIOS INSTITUCIONALES
La educación Bethlemita se fundamenta en la antropología cristiana que concibe a la PERSONA como «ser único eirrepetible», con conciencia de que ha sido creada a imagen y semejanza de Dios, libre, responsable, autónoma y como ser «en relación», es decir, fraterna y solidaria, en apertura a los otros como sus hermanos y al mundo que le ha sido entregado para su perfeccionamiento.
El misterio de la Encarnación de Jesús manifestado EN BELÉN Y EN LA CRUZ, contemplado por el Santo Hermano Pedro de San José de Betancour y la Beata Madre María Encarnación Rosal, compromete a la comunidad educativa a ser presencia de Dios Amor, Misericordia y Servicio


Dios Es Amor
El misterio de la Santísima Trinidad revela la dimensión comunitaria del ser humano. La persona humana es más con y para los otros: Principio de fraternidad – solidaridad y comunión.
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Excelencia Académica
La Educación Bethlemita forma para la excelencia académica; por lo tanto su currículo favorece el uso adecuado de la razón y la inteligencia; el recto juicio, el conocimiento, el rigor conceptual, la investigación, la creación artística y cultural, el emprendimiento, el liderazgo, como también la interacción entre teoría y práctica.
Principios Humanos
En la educación Bethlemita, la proyección a la comunidad se fundamenta en acciones que fortalecen la sensibilidad, la ternura, el cariño, el compromiso, el respeto, la valoración y la solidaridad con las personas más necesitadas